COLECCIONISMO
Jorge Pérez
El crecimiento y la consideración creciente del arte latinoamericano mucho le debe al coleccionismo. Gracias a los coleccionistas que se han especializado en reunir obras de artistas latinoamericanos contemporáneos, el mercado de arte se está desarrollando con gran empuje y celeridad. Por todo el continente hallamos coleccionistas, por lo general jóvenes y de mediana edad que centran sus interés en los artistas de América Latina. Es, probablemente una cuestión de idiosincracia, que halla en ellos una manifestación de identidades compartidas. Es como si se sintieran reflejados y expresados por esos artistas, considerados astillas de un mismo palo, con creencias, símbolos y percepciones compartidas.
Para los creadores constituye un verdadero estímulo, al saberse reconocidos por un público propio. Como este coleccionismo se extiende cada día más, da lugar a un crecimiento acelerado del mercado de arte latinoamericano. ¿Qué lo motiva a Ud. a coleccionar arte latinoamericano? Colecciono arte Latinoamericano porque me siento una persona muy Latinoamericana y con el arte reafirmo mis raices. ¿Bajo qué criterio armó su colección? Primero empecé a coleccionar arte moderno que no tenía nada que ver con lo latinoamericano y después comencé a coleccionar arte latinoamericano, que lo siento no sólo como latino sino también con el alma. Después comence a visitar y a conocer artistas de México, Argentina, Colombia y Cuba y establecí una relación con muchos de ellos. Comencé a coleccionar por dos razones: porque me gusta y porque es arte latinoamericano. No tengo un tipo de arte definido. Al comienzo mi colección incluía muchas naturalezas muertas y obras de Botero. Después me volví más abstracto y comencé a coleccionar a Matta, Lam, y actualmente casi en un cien por ciento estoy comprando artistas latinoamericanos jóvenes que hacen obras posmodernistas, instalaciones, esculturas y mucha fotografía. Lo que me motiva a comprar arte es principalmente la sensación que me produce la obra como tal y que yo pueda sentir la obra como un placer estético. |