COLECCIONISMO

Carlos R. García

COLECCIONISMO

El crecimiento y la consideración creciente del arte latinoamericano mucho le debe al coleccionismo. Gracias a los coleccionistas que se han especializado en reunir obras de artistas latinoamericanos contemporáneos, el mercado de arte se está desarrollando con gran empuje y celeridad.

Por todo el continente hallamos coleccionistas, por lo general jóvenes y de mediana edad que centran su interés en los artistas de América Latina. Es, probablemente una cuestión de idiosincracia, que halla en ellos una manifestación de identidades compartidas. Es como si se sintieran reflejados y expresados por esos artistas, considerados astillas de un mismo palo, con creencias, sí­mbolos y percepciones compartidas.

Para los creadores constituye un verdadero estí­mulo, al saberse reconocidos por un público propio. Como este coleccionismo se extiende cada dí­a más, da lugar a un crecimiento acelerado del mercado de arte latinoamericano.
El testimonio directo de algunos de estos coleccionistas lo hallamos en las páginas que siguen.

¿Qué lo motiva a Ud. a coleccionar arte latinoamericano?

El comprender la historia, las tierras, las gentes y las obras que conforman mi patrimonio ancestral es lo que impulsa mi intento de vislumbrar su esplendor.

Al contemplar una obra, el precio se torna un factor insignificante (especialmente en lo que concierne a mi presupuesto) en la decisión de adueñarme del regalo de un artista.

¿Bajo qué criterio armó su colección?

El componente más relevante a la hora de coleccionar es apreciar la lucha del artista por definir y describir un concepto. El colorido y la calidez de Rufino Tamayo, el carácter y la equilibrada serenidad de Ángel Zarraga, el poderí­o y la fuerza de Oswaldo Guayasamí­n, la agitación y el carácter tempestuoso de Matta y la delicadeza y la cualidad mí­stica de Ricardo Martí­nez hacen su entrada en mi hogar y en mi vida. Así­ paso del status de coleccionista al rango prominente del artista. Coleccionar arte latinoamericano va más allá de adquirir belleza; el coleccionismo es el fomento del orgullo.