Las acuarelas, témperas, pasteles y técnicas combinadas de esta artista argentina que vivió en Paris 11 años, nos recuerdan el principio de Cézanne acerca de que el color hace la forma, ya que la artista desarrolla su creatividad desde las cualidades perceptivas del color, al que siente con marcada intensidad.
Laura Benchetrit logra atmósferas sutiles y refinadas propias de una captación sensible que va a lo esencial, despojada de todo elemento secundario. Crea así un espacio para la reflexión serena y el encuentro con el mundo interior. Por eso hay en sus obras una inevitable asociación con el misticismo oriental. La visión predominante es armoniosa y serena, como una apelación al orden del cosmos y a la comunión existencial con aquello a lo que el hombre puede aspirar como paradigma. La artista nos lo presenta como una búsqueda que ella parece encarar en cada obra, de una manera distinta, según la gama cromática empleada. Expone regularmente en Galería Suipacha de Buenos Aires.
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