REVIEWS - OMNIART

Wynwood Neighborhood, Miami

By Damián, Carol
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Sesenta artistas, incluyendo importantes estrellas del mundo del arte provenientes de Finlandia, Cuba, Islandia y South Florida, y profesores y estudiantes de instituciones de arte locales, presentaron instalaciones diseñadas especí­ficamente para el sitio, proyectos de video y una amplia gama de obras en tres depósitos y la vecindad circundante.
El tema, "La vecindad como obra de arte", fue concebido por la artista de Miami Tina Spiro como una continuación de su actual intervención urbana a gran escala consistente en pintar los depósitos de la zona de Omni en sutiles bloques de color con el fin de conferirle una apariencia minimalista y levemente surrealista al Barrio y contribuir a la futura transformación del área en un "corredor artí­stico". Tina Spiro y Carol Damian actuaron como curadoras en los depósitos dentro del marco de una serie de temas urbanos que abarcaron desde intervenciones locales hasta instalaciones a gran escala basadas en conceptos internacionales referidos al espacio ritual.
Algunas de las creaciones más sobresalientes entre estas instalaciones, videos y obras en técnicas varias presentados en los amplios espacios de los depósitos comprendidos en Omniart incluyeron una instalación reverencial consistente en chaquetas de hombre dispuestas en una semblanza de un vasto paisaje espiritual por la artista finlandesa Kaarina Kaikkonen; un espacio del tamaño de una catedral colmado por los mil castillos de arena construidos con vasos de papel dispuestos en forma de rejilla, por Carlos Betancourt y dedicada a la diosa yoruba Yemaya; la instalación del artista islandés Magnus Sigurdarsen, consistente en veinticuatro toneladas de periódicos Miami Herald ordenados en forma de fortaleza gigante; el bosque de árboles de Navidad muertos resguardando los armazones en cerámica de aves en peligro de extinción, obra de Gretchen Sharnagl; los precisos y magnéticos videos animados de Anne Wilson reseñando la vida de los insectos; la sutilmente poderosa instalación sonora de Iñigo Manglano Ovalle; la poderosa instalación de Tania Bruguera presentando sonidos que evocan los horrores de la propaganda; el mobiliario en aluminio forjado de Ralph Buckley; los irresistibles dibujos y construcciones de Clive y Jane King; el corpúsculo interactivo de Leslie Speicher que podí­a visitarse por dentro; las humorí­sticas esculturas infladas y la inolvidable Cama de Hueso de Billie Grace Lynn; el Loa gigante de Edouard Duval-Carrié; la implosión iluminada de un edificio vací­o presentada por Fernando Calzadilla; y provocativas obras de arte demasiado numerosas como para poder mencionarlas a todas, que incitaban al observador a la risa, el llanto y la reflexión.