Es alentador poder seguir el proceso creativo de un artista que ha elegido trabajar en el mismo medio a lo largo de su vida profesional, logrando extraerle a este medio las imágenes y las tonalidades que responden a sus necesidades estéticas. Juan José Cambre (1948, Buenos Aires) ha seguido exactamente este camino. Siempre pintor, pasó de su etapa expresionista de los años ochenta, a la representación de cuencos y algunas frutas que le permitieron saciar su curiosidad por las distintas texturas que se crean según el trazo que el artista le imponga a los pinceles, y según la densidad matérica. Estos experimentos lo llevaron lentamente a descubrir nuevas posibilidades del medio, ampliando su horizonte visual y profundizando su capacidad de introspección, hasta llegar a los paisajes monocromáticos actuales, en los que la pincelada y la expresión se funden en una percepción transparente y poética del mundo fenoménico. Tanto la muestra de pinturas en acrílico sobre tela en Wussmann, como sus trabajos sobre papeles en Wussman y en Lila Mitre, son celebraciones contemporáneas, bellas y elegantísimas, que atestiguan su pasión por el color y por el medio en el que eligió trabajar.
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